top of page

Grupo B

    El Grupo B fue una serie de regulaciones para automóviles de carreras establecidas por la FISA (FIA) para su adaptación en competiciones de rally.
    En 1982 entró en vigor la normativa que sustituía a la antigua legislación que databa de la década de los 60, esta reglamentación permitía a las marcas construir vehículos exclusivamente para competición con la condición de fabricar sólo 200 unidades para el mercado y además, las nuevas piezas o evoluciones de las mismas, podrían homologarse con solo fabricar 20 coches más. Las marcas disponían entonces de una normativa que les permitía fabricar coches desde cero, abaratando costes y sin necesidad de fabricar las unidades de manera masiva.

   Los automóviles del grupo B eran muy potentes, ligeros e introdujeron importantes novedades técnicas a la competición, como la tracción integral y los motores turboalimentados que permitieron elevar la potencia a nuevos límites, lo que si se pasó por alto fue el apartado de seguridad, prácticamente la reglamentación en cuanto a la misma era inexistente: se establecieron pesos mínimos muy bajos, no se pusieron límites en cuanto a la potencia y se permitieron el uso de chasis tubulares y carrocerías de fibra con cristales de plástico. 

   Esta reglamentación tan permisiva acompañada de motores con turbo y materiales ligeros dieron el paso al nacimiento de una generación de coches tan fascinantes como peligrosos. Solo tres años después de su aparición fueron prohibidos para siempre debido a los accidentes del piloto Joaquim Santos con un Ford RS200 en Portugal (1986) al salirse en una curva y estrellarse contra el público provocando varios muertos y heridos y del piloto Henri Toivonen en Córcega (1986) en el que éste y su copiloto, Sergio Cresto, perdieron la vida. 

 

bottom of page